De sor Marie-Dosithée Guérin a Mme Martin, 2 de octubre de 1863.
Extracto.
Ahora trataré de calmarte, mi querida hermana, porque eres ingeniosa para atormentarte. No debéis creer que porque la naturaleza de vuestros hijos no es tan mansa como os gustaría que fueran, no serán santos por ello. Les pregunto un poco si la pequeña Marie que es la más linda tiene más mérito? De ningún modo, ya que ambos siguen su inclinación en esto; las dos pequeñas (Pauline y Léonie) que son más difíciles tendrán más peleas y por lo tanto más victorias, eso es todo. Sólo se necesitará más talento y paciencia para criarlos bien y si tienes miedo de quedarte sin ellos, nos los darás más jóvenes de lo que lo hubieras hecho y trataremos de hacerlos santos para ti. Tales naturalezas a veces hacen maravillas cuando el amor de Dios se establece en sus corazones y los frutos son mejores y más sólidos; así que no tengáis miedo y criadlos con mucha dulzura. Sobre todo que estén bien pulidos porque noto que los niños que no están pulidos son mucho más difíciles de reducir (Pasaje tachado pero aún legible; después de "pulido", leemos en sobrecarga "es un punto muy importante en la educación de niños).
