Carmel
la correspondencia de teresa LT 081 – A Céline – 23-25 ​​de enero de 1889

DE  
MARTIN Thérèse, Sor Teresa del Niño Jesús
À 
MARTIN Céline, Hermana Genoveva de la Santa Faz

25/01/1889

 23-25 ​​(?) de enero de 1889
JMJT ¡Jesús y su cruz!...
querida hermana,

¡Sí, amada de mi corazón, Jesús está allí con su cruz! Privilegiado por su amor, quiere hacerte como él, ¿por qué tienes miedo de no poder llevar esta cruz sin desfallecer? Jesús en el camino del calvario cayó tres veces, y tú, pobre hijito, no serías como tu marido, no querrías caer 100 veces si fuera necesario para demostrarle tu amor levantándote con más fuerza que antes. ¡caer!...
Céline... Jesús debe amarte con un amor especial para probarte de esta manera. ¿Sabes que estoy casi celoso? Al que ama más le da más, al que ama menos le da menos!...
Pero no sientes tu amor por tu marido, quisieras que tu corazón fuera una llama que suba hacia él sin el menor humo, ten cuidado que el humo que te rodea sea sólo para ti; para quitarte toda la vista de tu amor por Jesús, la llama solo la ve él, al menos entonces lo tiene todo, porque mientras nos lo muestra un poco, el amor pronto -limpio viene como un viento fatal que ¡lo apaga todo!...
En este momento tienes el efecto en mí de una persona que está rodeada de una riqueza inmensa... la vista se pierde en el horizonte... Esta persona quiere darte la espalda porque, dice, demasiada riqueza allí. en el camino, ella no sabría qué hacer con ellos, ¡es mejor dejarlos perder, o ser tomados por otro!... Este otro no vendrá, porque estas riquezas están preparadas para la esposa de Jesús.. ¡y sólo por ella!... ¡Dios volvería al mundo a encontrar el sufrimiento para dárselo a un alma en la que su mirada divina estuviera fijada con un amor inefable!...
Qué nos importa... las cosas de esta tierra... Será nuestra patria, este cieno tan indigno de un alma inmortal... y qué nos importa que los hombres enclenques corten el moho que crece en este limo, cuanto más nuestro corazón está en el Cielo, menos sentimos estos pinchazos...
Pero no creáis que es una gracia y una gran gracia sentirlas porque entonces nuestra vida es un martirio y un día Jesús nos dará la palma. ¡Sufre y sé despreciado! ¡Qué amargura pero qué gloria! ¡Este es el lema de Le Lys-immortelle!... No hay otro que le venga bien. Mi corazón os sigue en la noble tarea que Jesús os encomendó. No eres un Soldado sino un General... A sufrir una y otra vez... Pero todo pasa.

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