Carmel
la correspondencia de teresa LT 076 – A sor Inés de Jesús – 7 de enero de 1889

DE  
MARTIN Thérèse, Sor Teresa del Niño Jesús
À 
MARTÍN Paulina, Madre Inés de Jesús

07/01/1889

7 de enero de 1889 JMJT
Jesús

Esta mañana tuve problemas en casa de mi Hermana San Vicente de Paúl, me fui con el corazón muy apesadumbrado...
¿Qué es tan atractivo para mi alma? No te imaginas lo privado que estoy de no poder hablarte...
¿Entiendes algo de la conducta de Jesús?... Te decía que los niños no saben lo que quieren, así actúa Jesús con su bolita. Probablemente la fecha del 9 le pareció demasiado bonita, ¡no quiere nada bonito para ella!... Yo sé por qué, es que sólo él es bonito en toda la FUERZA del término, y quiere mostrárselo a ella. su bolita que se equivocaría al buscar en otra parte una sombra de belleza que tomaría por la belleza misma!...
¡Qué bueno para mí el que pronto será mi prometido, qué divinamente amable es al no querer permitirme apegarme a NINGUNA cosa creada! Él sabe muy bien que si me diera sólo una sombra de FELICIDAD, me uniría a ella con toda la energía, con toda la fuerza de mi corazón; esta sombra me la niega, prefiere dejarme en la oscuridad que darme una luz falsa que no sería él!... Como no encuentro criatura que me satisfaga, quiero darlo todo a Jesús, no No quiero dar a la criatura un solo átomo de mi amor; ¡Que Jesús siempre me dé a entender que sólo Él es la felicidad perfecta, incluso cuando Él mismo parece estar ausente!...
Hoy más que ayer, si eso es posible, me han privado de todo consuelo; Doy gracias a Jesús que encuentra este bien para mi alma, y ​​luego, tal vez si me consolara me detendría en estos dulces, ¡pero quiere que todo sea para él!... Bueno, todo será para él, todo, incluso cuando ¡No siento nada para poder ofrecerle, así que como esta noche le daré esta nada!...
¡Si Jesús no me da consuelo, me da una paz tan grande que me hace más bien!...
¿Y la carta del Padre?... La encuentro celestial, mi corazón encuentra en ella cosas muy hermosas, pero ¿felicidad?... ¡Oh! no, no la felicidad... la felicidad, es sólo en el sufrimiento y en el sufrimiento sin consuelo alguno!...
Hermanita, madre mía para mí, qué pensarás de tu hijita, ¡ay! ¡si no fuera por ti no me atrevería a enviar estos pensamientos, los más íntimos de mi alma!... ¡TE RUEGO, rompe estos papeles después de haberlos leído!...
Ore para que su hijita no le niegue a Jesús ni un átomo de su corazón.

Teresa del Niño Jesús

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