Carmel
la correspondencia de teresa LT 061 – A Louis Martin – 25 de agosto de 1888

DE  
MARTIN Thérèse, Sor Teresa del Niño Jesús
À 
martín luis

25/08/1888

JMJT
Jesús Carmelo 25 de agosto de 88
Mi querido papito,

Así que por fin ha llegado el día en que tu Reina puede desearte un cumpleaños con todos los rangos, ya que está en el Carmelo con tus joyas: el Diamante y la perla fina... Pobre Reina, debe retirarse para dejar todo el espacio para las espléndidas joyas de su Rey, pero realmente no puede resignarse a ello, ella también tiene su título, puede enseñárselo a quien quiera verlo, está firmado de puño y letra de su Rey: Reina de Francia y Navarra. No tiene nada más, pero me parece que eso es suficiente para que la admitan ante su Rey; además, nadie trata de cuestionar sus derechos, incluso en el extranjero es reconocido: En Italia, en Roma, sabíamos que la Reina estaba allí...
Mi querido Rey, a tu pequeña Reina le gustaría tener magníficos regalos para ofrecerte, pero no tiene nada, además sería demasiado exigente. Para su Rey, todos los palacios del Vaticano, cargados de regalos, no serían lo suficientemente hermosos, ella sueña con algo más real, necesita inmensos tesoros, infinitos horizontes; lo que ella quisiera dar a su Rey no se encuentra en la tierra, es solo Jesús quien lo posee, por eso le va a pedir que colme a su Rey de consuelos Celestiales. Para un Padre que no es de la tierra, todo lo terrenal no puede satisfacerlo.
Ya ves, mi querido Padrecito, que mientras aparento no ofrecerte nada, te doy un regalo magnífico, si no encanta a tus ojos al menos lo sentirá tu corazón, porque espero que el Buen Dios responda a mi oración. . .
Sin embargo, mi querido Padrecito, mientras te digo que solo deseo encantar tu corazón, te regalo una pequeña imagen hecha por tu Reina, espero que a pesar de mi falta de talento te agrade, la perla fina ha querido ayúdame con sus consejos artísticos y me formó el dibujo encantador, pero ella quería que la pintara sola, el mérito no es grande, pero mi impotencia es tan grande y mi Rey es tan indulgente que espero darle un poco de placer por dándole esta pequeña imagen.
Hasta pronto mi querido Padrecito, si tu Reina no está hoy contigo, realmente está ahí de pensamiento y de corazón, te desea las mejores vacaciones que hayas tenido en toda tu vida y te besa con todas sus fuerzas. corazón.

Tu pequeña Reina Teresa del Niño Jesús pcind.

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