El 8 Mai 1888
Mi querido papito,
Tus hermosas velitas me dieron tanto placer que no puedo evitar escribirte una pequeña nota para agradecerte.
El cartero de Jesús es muy bueno en proporcionar así a su pequeña Reina los medios para hacer bellas iluminaciones.
La Reina piensa constantemente en su Rey, además el cartero del Buen Jesús viene tantas veces a traer sus mensajes que no podemos olvidarlo.
Mi querido Padrecito, de verdad casi creo que te vas a arruinar, pero te voy a sorprender diciéndote que no me preocupo mucho por eso. Es porque tienes tantos recursos que no te avergonzarás... incluso el hambre no te asustaría. ¿Recuerdas cuando me dijiste: “Comeremos esto o aquello en la hambruna”; o bien: “Haremos esto cuando estemos arruinados”. En estos arreglos ninguna desgracia puede causar miedo.
Gracias por el pescado, mi querido papito. Gracias, gracias, nos das tantas cosas que finalmente me veo obligado a agradecerte todo en general, pero cada cosa sin embargo da su gusto particular.
Adiós mi querido Rey. Tu Diamante y tu Perla te lo agradecen tanto como tu Reina
Teresa del Niño Jesús
