Carmel
la correspondencia de teresa LT 042 – A sor María del Sagrado Corazón – 21 de febrero de 1888

DE  
MARTIN Thérèse, Sor Teresa del Niño Jesús
À 
MARTIN Marie, Sor María del Sagrado Corazón

21/02/1888

Martes 21 de febrero de 88

Mi querida madrina,

No olvido que mañana es tu cumpleaños, lo he estado pensando durante mucho tiempo. Me alegraría mucho poder verte para desearte tus veintiocho años, pero como estamos en cuaresma tenemos que hacer sacrificios.
Mi querida pequeña Marie, el Miércoles de Ceniza Papá me hizo un regalo; Te lo podría haber dado en cien y hasta en mil, no creo que lo adivines. Imagina, mi querida Marie, en el fondo de la bolsa grande de papá, un hermoso corderito rizado. Este buen Padrecito me dijo mientras me lo daba que quería, antes de que yo entrara en el Carmelo, que yo tuviera el gusto de tener un corderito. Todos estaban felices, Céline estaba encantada de que tuviéramos un corderito de un día. Lo que más me conmovió fue la amabilidad de papá al dármelo; y luego un cordero es tan simbólico que me hizo pensar en Pauline...
Hasta aquí todo bien, todo precioso, pero hay que esperar al final. Ya estábamos haciendo castillos en España con el corderito, esperábamos verlo saltando a nuestro alrededor al cabo de dos o tres días. Pero desafortunadamente ! el lindo animalito murió en la tarde, había pasado mucho frío en el carro donde nació; pobrecita, apenas nacida, sufrió, luego murió.
El corderito era tan simpático, se veía tan inocente que Céline pintó su retrato en un pequeño lienzo, luego papá cavó un hoyo en el que metimos al corderito que parecía estar durmiendo; No quería que la tierra lo cubriera, le tiramos nieve encima y luego todo se acabó...
No sabes, mi querida madrina, cuánto me dio que pensar la muerte de este animalito, ¡ay, sí! en la tierra no debes apegarte a nada, ni siquiera a las cosas más inocentes porque las extrañas cuando menos piensas en ellas. Sólo lo eterno puede satisfacernos. Mi querida Marie, veo que todo el tiempo solo te he hablado del cordero, y ahora Léonie quiere que le deje un poco de mi carta. Adiós pues, mi querida madrina, tu hijita te quiere más de lo que te imaginas.

teresita

Mañana ofreceré mi Comunión por mi querida Madrina... Bésame bien Mi querida Madre, así como Paulina, dile que estoy bien.
Recé mucho por el señor de Virville.

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