JMJT
22 de julio de 1897 - Fiesta de Santa Magdalena
Jesús
“Que los justos me aplasten por compasión de los pecadores, que el aceite con que se perfuma la cabeza no ablande la mía”.
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Solo puedo ser quebrantado, probado por los justos, ya que todas mis hermanas son agradables a Dios. Es menos amargo ser quebrantado por un pecador que por un justo, pero por compasión por los pecadores, para obtener su conversión, ¡oh Dios mío! para ser roto por ellos por las almas justas que me rodean. Te pido de nuevo que el aceite de alabanza tan dulce a la naturaleza no ablande mi cabeza, es decir mi espíritu, haciéndome creer que poseo virtudes que apenas he practicado desde hace mucho tiempo. Oh Jesús, tu nombre es como un aceite derramado, es en este perfume divino que quiero bañarme enteramente, lejos de la mirada de las criaturas...
