Carmel
la correspondencia de teresa LT 245 – A Agnès de Jesús, María del Sagrado Corazón y Geneviève – Junio ​​(?) 1897

DE  
MARTIN Thérèse, Sor Teresa del Niño Jesús
À 
MARTIN Céline, Hermana Genoveva de la Santa Faz
MARTIN Marie, Sor María del Sagrado Corazón
MARTÍN Paulina, Madre Inés de Jesús

01/06/1897

junio (?) de 1897 

anverso
En alto :
¡No lloréis por mí, que estoy en el Cielo con el Cordero y las Sagradas Vírgenes!...

Abajo :
Veo lo que creí
tengo lo que esperaba
Estoy unido a Aquel que amé
con todo mi poder de amar.

De cada lado :
¡El más mínimo movimiento de Amor puro es más útil para la Iglesia que todas las demás obras juntas! Es, por tanto, de suma importancia que el alma practique mucho el Amor para que, consumiéndose rápidamente, apenas se detenga aquí abajo y llegue rápidamente a ver a su Dios Cara a Cara.
(San Juan de la Cruz)

Verso
No encuentro nada en la tierra que me haga feliz; Mi corazón es demasiado grande, nada llamado felicidad puede satisfacerlo. Mis pensamientos vuelan hacia la Eternidad, ¡el tiempo se va a terminar!... mi corazón está en paz como un lago tranquilo o un cielo sereno; ¡No me arrepiento de la vida de este mundo, mi corazón tiene sed de las aguas de la vida eterna!... Un poco más y mi alma dejará la tierra, terminará su exilio, terminará su lucha... Estoy ascendiendo al Cielo. . Toco la patria, obtengo la victoria!... Entraré en la morada de los elegidos, veré bellezas que el ojo del hombre nunca ha visto, oiré armonías que el oído nunca jamás ha oído, gozaré de alegrías que el corazón tiene. jamás probado... ¡Aquí estoy en esta hora que cada uno de nosotros tanto ha deseado!... Es muy cierto que el Señor elige a los pequeños para avergonzar a los grandes de este mundo... No me apoyo en mis propias fuerzas. sino con la fuerza de Aquel que en la Cruz derrotó los poderes del infierno. Soy una flor de primavera que el dueño del jardín recoge para su placer... Todas somos flores plantadas en esta tierra y que Dios recoge en su tiempo, un poco antes, un poco después... Yo, poco efímera, yo ¡Yo voy primero! ¡Un día nos volveremos a encontrar en el Paraíso y disfrutaremos de la verdadera felicidad!...

(Teresa del Niño Jesús tomando prestados los pensamientos del mártir angélico Théophane Vénard.)

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