Carmel
la correspondencia de teresa LT 224 – Al Abbé Bellière – 25 de abril de 1897

DE  
MARTIN Thérèse, Sor Teresa del Niño Jesús
À 
BELLIERE Maurice-Marie-Louis Padre

25/04/1897

JMJT
25 de Abril 1897
Aleluya.
Mi querido hermanito,

Mi pluma, o más bien mi corazón, se niega a llamarte "Señor l'Abbé" de ahora en adelante, y nuestra buena Madre me dijo que podía ayudarme escribiéndote el nombre que uso siempre cuando hablo de ti a Jesús. . Me parece que este Divino Salvador se ha dignado unir nuestras almas para trabajar por la salvación de los pecadores, como una vez unió las del Vble P. de la Colombière y la Breuse Marguerite Marie. Recientemente leí en la vida de este santo: “Un día cuando me acerqué a Nuestro Señor para recibirlo con la Sagrada Comunión, me mostró su Sagrado Corazón como un horno de fuego y otros dos corazones (el suyo y el del Padre . de la Cbière ) que fue allí a unir y dañar diciéndome: Así es como mi amor puro une estos tres corazones para siempre. Me hizo comprender nuevamente que esta unión era toda para su gloria y que por eso quería que fuéramos como hermano y hermana, igualmente compartidos en los bienes espirituales. Entonces, presentándole a Nuestro Señor mi pobreza y la desigualdad que había entre un sacerdote de tan gran virtud y un pobre pecador como yo, me dijo: Las riquezas infinitas de mi Corazón todo lo suplirán y todo lo igualará. »
¿Acaso, hermano mío, la comparación no te parece justa? Es cierto que todavía no eres un Padre de la Colombière, pero no tengo ninguna duda de que un día serás como él un verdadero apóstol de Cristo. A mí nunca se me ocurre compararme con Bse Marg. Marie ; simplemente observo que Jesús me eligió para ser hermana de uno de sus apóstoles y las palabras que la santa Amante de su Corazón le dirigió por humildad, se las repito a él, a mí, con toda verdad; también espero que sus infinitas riquezas suplan todo lo que me falta para cumplir la obra que me encomienda.
Je suis vraiment heureuse que le bon Dieu se soit servi de mes pauvres vers pour vous faire un peu de bien, j'aurais été confuse de vous les envoyer si je ne m'étais souvenue qu'une soeur ne doit avoir rien de caché pour su hermano. Fue en verdad con corazón fraternal que los acogiste y juzgaste... Sin duda te sorprendió encontrar: "Vivir de Amor", mi intención no era enviártelo dos veces; Empecé a copiarlo cuando pensé que ya lo tenías, ya era demasiado tarde para parar.
Mi querido hermanito, debo confesarte que en tu carta hay una cosa que me dolió, es que no me conoces como realmente soy. Es verdad que para encontrar almas grandes es necesario venir al Carmelo; como en las selvas vírgenes, allí germinan flores de un perfume y un brillo desconocido para el mundo. Jesús en su misericordia quiso que entre estas flores crecieran otras más pequeñas, nunca podré agradecerle lo suficiente, porque es gracias a esta condescendencia que yo, pobre flor sin brillo, me encuentro en el mismo suelo que las rosas. , mis hermanas. ¡Oh mi hermano! créeme, el buen Dios no te ha dado por hermana un alma grande, sino una muy pequeña y muy imperfecta.
No creáis que es la humildad lo que me impide reconocer los dones del buen Dios, yo sé que Él ha hecho grandes cosas en mí y lo canto todos los días con alegría. Recuerdo que debe amar más a quien hemos dado más, por eso trato de hacer de mi vida un acto de amor y ya no me preocupo por ser un alma pequeña, al contrario me alegro. Por eso me atrevo a esperar que “mi exilio sea breve” pero no es porque esté listo; Siento que nunca lo seré si el Señor no se digna transformarme Él mismo; Puede hacerlo en un instante; después de todas las gracias con que me ha colmado, aún espero ésta de su infinita misericordia.
Tú me dices, hermano mío, que pida la gracia del martirio para ti; esta gracia, muchas veces la he pedido para mí, pero no soy digno de ella y verdaderamente se puede decir con san Pablo: no es obra del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia . Puesto que el Señor parece querer concederme sólo el martirio del amor, espero que me permita a través de vosotros recoger la otra palma a la que aspiramos. Veo con placer que el buen Dios nos ha dado los mismos atractivos, los mismos deseos. Te hice sonreír, mi querido hermanito, cantando "Mis brazos", ¡bien! Voy a hacerte sonreír de nuevo contándote que, en mi infancia, soñaba con luchar en el campo de batalla... Cuando comencé a aprender la historia de Francia, la historia de las hazañas de Juana de Arco me encantó, me sentía en mi corazón el deseo y el valor de imitarlo, me parecía que el Señor también me destinaba para grandes cosas. No me equivoqué, pero en lugar de voces del Cielo que me invitaban a luchar, escuché en el fondo de mi alma una voz más suave, más fuerte aún, la del Esposo de las vírgenes que me llamaba a otras hazañas, a conquistas más gloriosas, y en la soledad del Carmelo comprendí que mi misión no era coronar a un rey mortal sino hacer amar al Rey del Cielo, someterle el reino de los corazones.
Es hora de que me detenga, y aún así tengo que agradecerte las fechas que me envías, me gustaría que agregaras los años también, porque no sé tu edad. Para que disculpe mi sencillez, le envío las fechas memorables de mi vida y es también con la intención de que estemos particularmente unidos por la oración y la gratitud en estos benditos días.
Si el buen Dios me da una pequeña ahijada, estaré muy feliz de responder a su deseo dándole como protectores a la Santísima Virgen, a San José y a mi Patrona.
Finalmente, mi querido hermanito, termino pidiéndole que disculpe mis largos garabatos y la incoherencia de mi carta.
En el Sagrado Corazón de Jesús estoy para la eternidad

Tu indigna hermanita Teresa del Niño Jesús de la Santa Faz rel.carm.ind.

(Se sobreentiende, ¿no es así, que nuestra relación quedará en secreto? Nadie excepto vuestro Director debe saber de la unión que Jesús ha formado entre nuestras almas).

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