30 de Abril 1896
Mi querida hermanita,
¡Quisiera tener flores inmortales para ofrecerte, en memoria de este hermoso día, pero sólo en el Cielo las flores nunca se marchitarán!...
¡Estas nomeolvides te dirán por lo menos que en el corazón de tu hermanita quedará siempre grabado el recuerdo del día en que Jesús te dio el Beso de la unión que debe terminar o más bien cumplirse en el Cielo!...
Teresa del Niño Jesús de la Santa Faz rel.carm.
