Carmel
la correspondencia de teresa LT 160 – A sor Marie-Aloysia Vallée – 3 de abril de 1894

DE  
MARTIN Thérèse, Sor Teresa del Niño Jesús
À 
VALLE Marie-Aloysia Hermana

03/04/1894

JMJT

Jesús

3 abril 1894

Mi queridísima hermana,

No puedo decirle cuánto me conmovió su amable carta. Ya fue un gran placer para mí saber que la pintura del niño Jesús te había dado placer, fui recompensado más allá de todas mis esperanzas... Querida tía, permíteme volver a ponerte este nombre, que fue de ti que yo pensaba mientras meditaba sobre el presente que quería ofrecer a nuestra Reverenda Madre para su primera fiesta como Priora.
Sabía que ella estaría feliz de enviarte un pequeño recuerdo, así que puse todo mi corazón en componer “El Sueño del Niño Jesús”. Pero desafortunadamente ! mi torpe pincel no habiendo podido reproducir lo que mi alma había soñado, regué con mis lágrimas el vestido blanco de mi pequeño Jesús. ¡Que no hizo descender un rayo Celestial sobre su carita!... Así que en mi dolor, me propuse no decir nada del pensamiento que me había hecho emprender mi obra. De hecho, sólo cuando vi la indulgencia de nuestra buena Madre, le confié mi pequeño secreto. Quería mirar el corazón y la intención, más que el arte de su hijo, y para mi gran alegría mi pequeño Jesús fue a buscarme a mi buena tía de Le Mans. Pinté a este Niño divino de tal manera que mostrara lo que Él es para mí... De hecho, casi siempre está durmiendo... El Jesús de la pobre Teresa no la acaricia como acarició a su Santísima Madre. ¡Esto es muy natural, porque la hija es tan indigna de la Madre!... Sin embargo, los ojitos cerrados de Jesús le dicen basta a mi alma y como Él no me acaricia, trato de agradarle. Sé muy bien que su corazón está siempre vigilante y que en la patria del Cielo se dignará abrir sus ojos divinos... Entonces, viendo a Jesús, tendré también yo la dicha de contemplar a mis buenas Madres de la Visitación. cerca de él. . Espero que quieran reconocerme por su hijo. ¿No son en verdad mis Madres, las que formaron los corazones de los dos Ángeles visibles que me sirvieron como verdaderas Madres?...
Recuerdo perfectamente mi viaje a la Visitación de Le Mans a los 3 años, lo renové muchas veces de corazón, y la puerta del Carmelo no es obstáculo que me impida visitar a menudo a mi querida Tía y a todas las Venerables Madres que quieran. amar a la pequeña Teresa del Niño Jesús sin conocerla.
Le ruego, mi querida tía, que pague la deuda de gratitud de su pequeña sobrina agradeciendo a su Reverenda Madre ya todas sus queridas Hermanas por ella, en particular a mi Hermana José de Sales, cuyo afectuoso recuerdo me conmovió profundamente.
Mi muy querida tía, quisiera hablar con usted por mucho tiempo todavía, pero estoy al final de mi trabajo y me veo en la obligación de dejarla y pedirle perdón!...

Hermana Teresa del Niño Jesús Tu sobrinita indigna

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