JMJT
Jesús
En el Carmelo el 29 de diciembre del 1893
Mi querido tío y mi querida tía,
Solo tengo unos minutos para ofrecerles mis mejores deseos de feliz año nuevo. Nuestra Madre me acaba de decir que su carta debe ser entregada mañana por la mañana. Pero no necesito mucho tiempo para repetir a mis queridos padres los deseos que mi corazón forma para su felicidad. Quisiera, si fuera posible, que el nuevo año sólo les deparara consuelos. Pero desafortunadamente ! el Buen Dios que conoce las recompensas que reserva para sus amigos, a menudo gusta de hacerles ganar sus tesoros con sacrificios. Nuestra Santísima Madre Teresa dijo, sonriendo a Nuestro Señor, estas palabras que eran tan ciertas: “Dios mío, no me sorprende que tengas tan pocos amigos, los trates tan mal”.
Sin embargo, aun en medio de las pruebas que envía, el Buen Dios se llena de delicadeza. La enfermedad de mi querido Padrecito es una clara prueba de ello para mí. Esta cruz fue la más grande que pude haber imaginado, pero después de habernos hecho probar su amargura, Nuestro Señor vino a endulzar por medio de las manos de nuestros queridos Padres el cáliz del dolor que Él nos había presentado y que yo estaba esperando para beber hasta el heces...
¡Oh querido tío y querida tía! ¡Si supieras lo amorosa y agradecida que es el corazón de tu pequeña Thérèse! No puedo decirte todo lo que quisiera, es hora de maitines, perdóname por la desarticulación de mi carta y mi letra de gato... solo mira tu corazón de niño.
Teresa del Niño Jesús rel.carm.ind.
Ofrezca a Madame Fournet los más sinceros deseos en nombre de su nieta.
