Carmel
la correspondencia de teresa LT 147 – A Celine – 13 de agosto de 1893

DE  
MARTIN Thérèse, Sor Teresa del Niño Jesús
À 
MARTIN Céline, Hermana Genoveva de la Santa Faz

13/08/1893

JMJT

Jesús

En el Carmelo el 13 de agosto de 93

Mi querida pequeña Celine,

Todos los problemas que tienes con tu doncella nos han entristecido. Nuestra Madre no tenía la intención de enviarte una carta antes de tu regreso, pero es tan buena, ama tanto a su pequeña Céline que, reconociéndola en su tristeza, quiere darle un poco de consuelo dejando que tu Thérèse escriba una pequeña palabra
No sabemos que debes hacer con la casa, tienes que ir con mi Tío, vamos a ver qué decide, además te lo hablamos en persona. Vuestra pobre doncella está muy desdichada de tener tan mala falta, sobre todo de ser falsa, pero ¿quizás podríais convertirla como a su marido? Ten piedad de todos los pecados, y el buen Dios es lo suficientemente poderoso como para dar fondos incluso a las personas que no tienen ninguno. Voy a orar por ella, tal vez yo en su lugar sería aún menos bueno que ella y tal vez ya sería una gran santa si hubiera recibido la mitad de las gracias con que el buen Dios me ha colmado...
Encuentro que Jesús es muy bueno en permitir que mis pobres letras te hagan bien, pero te aseguro que no me equivoco al pensar que tengo algo que ver con eso. “Si el Señor mismo no edificare una casa, en vano trabajarán los que la edifican”. Todos los discursos más hermosos de los más grandes santos serían incapaces de sacar un solo acto de amor de un corazón del que Jesús no tendría posesión. Sólo Él sabe usar su lira, nadie más puede hacer vibrar sus notas armoniosas, pero Jesús usa todos los medios, las criaturas están todas a su servicio y le gusta usarlas durante la noche de la vida para para ocultar su adorable presencia, pero no tanto como para dejarse adivinar. De hecho, siento realmente que a menudo me da luces, no para mí, sino para su pequeña paloma desterrada, su querida esposa. Esto es bastante cierto, encuentro un ejemplo de ello en la naturaleza misma. - He aquí un hermoso melocotón, rosado y tan dulce que no todos los pasteleros pueden imaginar un sabor tan dulce. Dime, mi Céline, ¿es para la pesca que el buen Dios creó este hermoso color rosa tan aterciopelado y tan agradable a la vista y al tacto? ¿Seguía siendo por ella que gastaba tanta azúcar?... pero no, era por nosotros y no por ella. Lo que le pertenece, lo que hace la esencia de su vida es su núcleo, podemos quitarle toda su belleza sin quitarle su ser. Por eso a Jesús le gusta prodigar sus dones sobre algunas de sus criaturas, pero muchas veces es para atraer otros corazones, y luego, cuando logra su objetivo, hace desaparecer estos dones externos, despoja por completo a las almas que le son más queridas. Viéndose en tan gran pobreza estas pobres almas tienen miedo, les parece que no sirven para nada ya que reciben todo de los demás y no pueden dar nada, no es así, la esencia de su ser obra en secreto, Jesús forma en ellos el germen que debe desarrollarse allá arriba en los celestiales jardines del Cielo. Se deleita en mostrarles su nada y su poder, se sirve de los instrumentos más bajos para llegar a ellos a fin de mostrarles que sólo Él obra. Se apresura a perfeccionar su obra para el día en que, desvanecidas las sombras, ¡Ya no se valdrá de intermediarios, sino de un eterno Cara a Cara!...
(Nuestra Madre agradece a María su cartita así como a MM de Gon., están encantadas.)

Sor Teresa del Niño Jesús de la Santa Faz rel.carm.ind.

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