Carmel
la correspondencia de teresa LT 135 – A Celine – 15 de agosto de 1892

DE  
MARTIN Thérèse, Sor Teresa del Niño Jesús
À 
MARTIN Céline, Hermana Genoveva de la Santa Faz

15/08/1892

JMJT

Jesús

15 de agosto de 1892

Mi querida Céline,

No puedo dejar ir la carta sin adjuntarle una notita. Por eso estoy obligado a robarle algunos momentos a Jesús pero él no me culpa porque es de él de quien hablamos juntos, sin él ningún discurso tiene encanto para nuestros corazones... Céline, las vastas soledades, los horizontes encantadores que antes de abrir debes decirle mucho al alma? No veo todo eso, pero digo con San Juan de la Cruz: "He amado en mi amado las montañas, los valles solitarios y boscosos, etc."... Y este amado instruye mi alma, habla a él en silencio, en la oscuridad... Últimamente me vino un pensamiento que necesito decirle a mi Céline. Fue un día en que estaba pensando en lo que podía hacer para salvar almas, una palabra del evangelio me mostró una luz brillante. Antiguamente Jesús decía a sus discípulos mostrándoles los campos de trigo maduro: "Alzad los ojos y ved cómo los campos ya están blancos para ser segados", y un poco más tarde: "Verdaderamente la mies es mucha pero el número de trabajadores es pequeño; Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros. ¡Qué misterio!... ¿No es Jesús todopoderoso? ¿No son las criaturas de quien las hizo? Entonces, ¿por qué Jesús dice: "Pídele al dueño de la mies que envíe obreros"? ¿Por qué?... ¡Ay! es que Jesús nos tiene un amor tan incomprensible que quiere que participemos con él en la salvación de las almas. No quiere hacer nada sin nosotros. El creador del universo espera la oración de una pobre pequeña alma para salvar a otras almas redimidas como ella a costa de toda su sangre. Nuestra vocación no es ir a cosechar en los campos de trigo maduro. Jesús no nos dice: "Baja los ojos, mira los campos y ve a segarlos". Nuestra misión es aún más sublime. Estas son las palabras de nuestro Jesús: "Alzad vuestros ojos y veréis". Mira como en mi Cielo hay lugares vacíos, a ti te toca llenarlos, eres mi Moisés orando en el monte, pídeme obreros y te enviaré, sólo espero una oración, un suspiro de tu parte. ¡corazón!...
¿No es el apostolado de la oración, por así decirlo, superior al de la palabra? Nuestra misión como carmelitas es formar obreros evangélicos que salvarán miles de almas cuyas madres seremos... Céline, si estas no fueran las mismas palabras de Jesús, ¿quién se atrevería a creerlas?... Encuentro que nuestra parte está muy bien, ¿qué tenemos que envidiar a los sacerdotes?... ¡Cómo me gustaría poder decirte todo lo que pienso pero no tengo tiempo, entiende todo lo que no puedo escribirte!...
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En el cumpleaños de Jeanne deséanos con un pequeño ramo, la regla no nos permite hacer esto pero dile que pensaremos en ella aún más. Besa a todos de mi parte y diles las cosas más bonitas que se te ocurran. Si encuentras algún brezo, eso me hará feliz.

Tu pequeña Teresa del Niño Jesús rel.carm.ind.

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