JMJT
Jesús
15 de octubre de 1890.
Mi querida tía,
Me conmovió todo lo que me enviaste por mi cumpleaños, no sé cómo agradecerte, ni por dónde empezar.
En primer lugar, mi querida tía, me enviaste a tu encantadora Marie que, en nombre de todos los que amo, me deseó mi cumpleaños.
Las dos lindas macetas que me ofrecieron mis dos queridas hermanitas Jeanne y Marie me dieron mucho gusto; se colocan cerca del niño Jesús y a cada hora del día reclaman para mis dos hermanitas tantas gracias y bendiciones como florecillas contiene cada brezo...
Finalmente, mi querida tía, tus deliciosos pasteles vinieron a coronar la fiesta y llenaron el corazón de tu pequeña Thérèse de gratitud por ti que me das todos estos dulces.
Me conmueve tanto más cuanto que sé, mi querida tía, lo enferma que estás y, a pesar de eso, sigues pensando en tu pequeña Thérèse. Pero si piensas en ella, ella también piensa a menudo en ti y nunca deja de orar a Dios para que te devuelva el ciento por todo lo que haces por nosotros. También rezo mucho por mi querida pequeña Jeanne, que el buen Dios la haga lo más feliz posible en la tierra. También le pido que os consuele por el gran vacío que debe dejar la partida de esta querida hermana. Yo tampoco me olvido de mi querido Tío, y te ruego que lo beses mucho de mi parte.
Te dejo, mi querida tía, o más bien dejo la pluma que tan mal sabe cumplir la misión que mi corazón le encomienda. Para él, no se aleja de ti ni un momento.
Su nieta Sor Teresa del Niño Jesús rel.carm.ind.
