1-6 de marzo de 1884
Mi querida pequeña Paulina,
Había pensado en escribirte para agradecerte por tu hermoso librito, pero pensé que eso no estaba permitido durante la Cuaresma; pero también ahora que sé que está permitido te lo agradezco de todo corazón.
No sabes lo feliz que me hizo cuando Marie me mostró tu lindo librito. Lo encontré encantador. Nunca había visto algo tan hermoso y no me cansaba de mirarlo. ¡Qué hermosas oraciones había al principio! Se las dije de todo corazón al pequeño Jesús. Todos los días trato de hacer tantas prácticas como puedo, y hago lo mejor que puedo para no perder ninguna oportunidad. Digo desde el fondo de mi corazón las pequeñas oraciones que hacen el olor de las rosas, y tan a menudo como puedo.
¡Qué hermoso hay en el principio! Es una palomita entregando su corazón al niño Jesús. Y bien ! Yo también quiero adornarlo con todas las hermosas flores que encontraré, para ofrecérselo al niño Jesús el día de mi Primera Comunión; y quiero en efecto, como está en la pequeña oración que está al principio del libro, que el niño Jesús se encuentre tan bien en mi corazón que ya no piense en volver al cielo...
Muchas gracias de mi parte a mi Hermana Teresa de San Agustín por su bonito rosario de práctica y por haber bordado la hermosa portada de mi libro. Besen de mi parte a mi Madre Marie de Gonzague, y díganle que su hijita la ama con todo su corazón.
Léonie y Céline te besan bien.
Adiós, mi querida Paulina; Te estoy besando con todo mi corazón.
Tu pequeña que te quiere mucho.
teresita
