Carmel

A Theophane Venard - PN 47

(Aire: La despedida del mártir)

Sacerdote de las Misiones Extranjeras,

Martirizado en Tonkin a la edad de 31 años.

1. Todos los Elegidos celebran tus alabanzas
¡Oh Teófano! Angélica mártir
Y lo sé, en las santas falanges
¡El serafín aspira a servirte!...
Incapaz de, exiliado en la tierra
Mezcla mi voz con la del Elegido,
Yo también quiero en la orilla extranjera
Toma mi lira y canta tus virtudes...

2. Tu breve exilio fue como un dulce himno
Cuyos acentos supieron tocar corazones
Y por Jesús, tu alma poética
Cada momento dio a luz flores.
A medida que te elevas a la esfera celestial
Tu canción de despedida aún era primavera
Susurraste: "Yo, pequeña efímera
¡En el hermoso Cielo, voy el primero!...»

3. Feliz mártir, en la hora del tormento
Saboreabas la alegría del sufrimiento,
Sufrir por Dios os parecía una delicia.
Sonriendo se sabe vivir y morir.....
A tu verdugo, te apresuraste a decir
Cuando se ofreció a acortar tu tormento:
“Cuanto más durará mi doloroso martirio
¡¡¡Cuanto mejor sea, más feliz seré!!!”

4. Lys Virginal, en la primavera de tu vida
El Rey del Cielo escuchó tu deseo,
Veo en ti: La Flor que Florece
Que el Señor reunió para su placer...
Y ahora ya no estás exiliado
Los Santísimos admiran tu esplendor.
Rosa del Amor, Virgen Inmaculada,
De tu perfume se respira frescura.

5. Soldado de Cristo, ¡ah! prestame tus armas
Por pecadores quisiera aquí abajo
luchar, sufrir a la sombra de tus palmas,
Protégeme, ven apoya mi brazo.
quiero que no cese la guerra
Asaltando el Reino de Dios
Porque el Señor trajo a la tierra
¡No la paz, sino la Espada y el Fuego!....

6. A mí también me encanta esta playa engañosa.
quien fue el objeto de tu ardiente amor
Con felicidad volaría hacia ella
Si el Buen Dios me llamara allí un día...
Pero en sus ojos no hay distancia
Todo el universo ante Él no es más que un punto
Mi amor débil, mis pequeños sufrimientos
¡Bendecidos por Él, hacedle amar desde lejos!...

7. ¡Ay! si yo fuera una flor de primavera
Que el Señor pronto quiera reunir
Baja del cielo en mi última hora
¡Te lo suplico, oh bendito mártir!
De tu amor con las llamas virginales
Ven a encenderme en esta estancia mortal
Y puedo volar con las almas
¡Quién formará tu eterna procesión!...

Tener una cita: 2 febrero 1897
Destino: Teresa misma.
Teresa ofrece este poema a su amado santo en el aniversario de su muerte

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